Ahora la chica luce un
impecable tatuaje sobre el borde de su braguita. Ha sido una de sus
adquisiciones del último verano, un deseo que le concedieron las hadas del
bosque.
Quiero seducir, les dijo
revoloteando sobre el viejo sauce.
De nada habían servido los
insinuantes campanilleos ni las falditas
a ras del culo. Peter jamás la miró como a una mujer aun cuando ella era una especialista
en polvos.
Le concedieron unos labios
hinchados que sugerían continuamente un chupachups en su boca, y una mirada
relajada de inocente lolita recién orgasmada; unas tetas tiernas y blancas que
apuntaban hacia arriba buscando quien las lamiera y unos dedos largos y
delicados enmarcados en una palma fuerte y segura.
Entró en el dormitorio de
Wendy, iluminado con la medialuz que se filtraba por las persianas durante la
hora de la siesta, se calzó su liguero y sus medias, y de espaldas a Peter,
mientras hacía sonar “As time goes by”, susurraba: “tócame Sam”.
(Mi aportación a la imagen de Viernes Creativo)
soy yo o hace calor aquí?
ResponderEliminarbuff
Mucha calor. Vivo muy al sur.
ResponderEliminarVaya! El cuento me lo habían explicado de otra forma. Creo que me gusta más esta versión.
ResponderEliminarMe alegro de volver a ciber-verte.
que bello haberte encontrado
ResponderEliminarun abrazo desde
Este lado de la Luna