COMO UNA CHICA
Creo
que no quiero ser una chica, las chicas mueren en mi barrio. La Mama Juli dice
que ya tengo 12 años, que pronto seré una mujer, que me comporte como una
chica, que ande como una chica, que vista como una chica. Pero yo no quiero ser
una chica, las chicas no son importantes. Cuando preguntan a mi hermano pequeño
como corre una niña, hace gestos ridículos y afectados y todos ríen. ¡Yo no
corro así!, ninguna chica corre así; soy muy veloz y gano a casi todos los
niños de mi edad. Me gusta saltar y jugar como a él, pero mi hermano no tiene
miedo cuando sale a la calle, porque es un chico. Mamá también quiere que me
comporte como si fuera mayor, pero me prohíbe los pantalones cortos que tanto
me gustan y que las camisetas se peguen a mis pechos (que ya no puedo ocultar
por más ancha que me ponga la ropa); dice que los hombres cogen a las chicas
con caderas redondas y camisas ajustadas, pero no es cierto, Marita era delgada
y solo usaba vestidos negros de mujer anciana cerrados hasta el cuello. Nadie
dijo nada, nadie preguntó nada, pero sabemos que no volverá porque su madre
llora y llora todo el día, aunque sin duelo, sin tumba, sin denuncia. Solo era
una mujer.
Tu escrito parte en dos...
ResponderEliminarpero me encantó.
No sabemos lo bien que vivimos aquí en este país, por mucho que siempre nos andemos quejando...aquí poder andar a cualquier hora, dejar a tus hijos ir a la escuela solos...es un LUJO. En mayúsculas.
Un abrazo
Gracias por comentar. Debe ser terrible tener siempre miedo.
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