domingo, 25 de octubre de 2015

COLECCIONANDO ESPEJOS

Ante el espejo, Alicia no se soportaba, flaca y larguirucha, rubia y blanquísima. Su reflejo le parecía soso y vacío. Enfurecida, lo desechó, hecho añicos, de su famosa colección de objetos reflectantes.
-        ­­­ ¡Al fin y al cabo, no es más que un horroroso espejo usado de segunda mano!
En ese preciso instante perdió la posibilidad, por siempre jamás, de preguntarle, años después, “espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino?”.


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