sábado, 1 de enero de 2011

PINK

La primera vez que la besé, ella acababa de acariciar el perfil de mis labios con sus dedos de uñas infinitas cubiertas de rojo. Se los manchó con mi Rosa Pink de Chanel, y con una suavidad irresistible los paseó por su boca entreabierta. Ese acto me atrajo hacia ella hasta sentir sus pezones dirigidos hacia mí, bajo su blusa blanca anudada a la cintura. Mientras, su novio observaba sin rechistar, arrepentido de no haber usado el Naranja Coral de la promoción de perfumería. Eso me excitaba. En mi mente, parpadeaba una escena de un Mogambo inverso.



3 comentarios:

  1. el relato es genial y muy sugerente.

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  2. Jum... me parece interesante tu división de elementos cotidianos.
    Como ves, ya puedo entrar, aunque no desde tu imagen, tengo que buscar la dirección desde fuera.
    El apartado besos me encanta...

    Los besos me encantan.

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  3. Creo que tengo que volver a leerlo....

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