jueves, 30 de diciembre de 2010

¡VA UNA DE BESOS!

BESO, del latín basium, palabra de notable tersura fonética. Su sola pronunciación moviliza 12 músculos faciales, tantos como el beso mismo. Otros 17 músculos, pero de la lengua, se ponen en acción cuando la peripecia adquiere alto voltaje erótico. El beso compromete los tres sentidos más directamente emparentados con el deseo sexual: el gusto, el tacto y el olfato. Antropológicamente, se acepta que la costumbre deriva de la instintiva necesidad que sentían las mamás homínidas de masticar la comida hasta convertirla en papilla para alimentar a sus bebés.

Por esto y más, el beso, merece ser justamente reivindicado. Os dejo dos:

Casablanca

“Yo lo haré por los dos”. Es la frase que me dice siempre que me ve incapaz de superar algo. ¡Como si alguien pudiera resolver mi tristeza o saltarse mis pensamientos! Le gustan las frases lapidarias. A mí también. Sé que él lo dice por ayudarme, pero con esas palabras sólo contribuye a hacerme sentir minúscula.
Ella tampoco se lo creyó en Casablanca, aunque lo besara después. Pensó que no era la medicina que ella necesitaba en ese momento. Le agradeció la muestra de cariño. Por eso lo besó después. Por eso París, siempre quedó como un primer acto incompleto.

2 comentarios:

  1. Catulo tenía un epigrama sobre los besos. Al parecer, si alguien era capaz de contar los besos que se daban los amantes, la relación podía romperse debido al mal de ojo de los envidiosos. Te dejo el epigrama en latín y su traducción. Es uno de los poemas que más me gustan:

    Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
    rumoresque senum severiorum
    omnes unius aestimemus assis!
    soles occidere et redire possunt:
    nobis cum semel occidit brevis lux,
    nox est perpetua una dormienda.
    da mi basia mille, deinde centum,
    dein mille altera, dein secunda centum,
    deinde usque altera mille, deinde centum.
    dein, cum milia multa fecerimus,
    conturbabimus illa, ne sciamus,
    aut ne quis malus inuidere possit,
    cum tantum sciat esse basiorum

    O lo que es lo mismo:

    Vivamos, mi Lesbia, y amémonos,
    y las habladurías de los viejos puritanos
    nos importen todas un bledo.
    Los soles pueden salir y ponerse;
    nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera vida,
    tendremos que dormir una noche sin fin.

    Dame mil besos, después cien,
    luego otros mil, luego otros cien,
    después hasta dos mil, después otra vez cien;
    luego, cuando lleguemos a muchos miles,
    perderemos la cuenta para ignorarla
    y para que ningún malvado pueda dañarnos,
    cuando se entere del total de nuestros besos.

    MA, enhorabuena por tu blog. Me dejaré caer con frecuencia por aquí.

    Besos.

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  2. Cuanto me alegra leerte aquí. Gracias por pasarte.
    Me encanta el epigrama (pero, ¿crees que alguien juntará tantos besos como dice Catulo?).

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