domingo, 19 de junio de 2011

OTROS SENTIDOS


No puedo atender a nada cuando voy a comer a un chino. Cinco tipos de algas, 4 tipos de setas, 6 tipos de salsa. No puedo concentrarme en otra cosa que en la verbena de sentidos en mi boca. Es como lamer distintas partes de un cuerpo: distinto calor, distinto  sabor, distinta textura, distinto color; setas rugosas o suavísimas, algas húmedas y largas, setas planas, algas finísimas. ¡Uhmmm!. Mordisqueo la puntita de esto, que no se lo que es, lamo la cuchara de salsa agridulce, chupo mi dedo mojado en picante… Y el postre,… esas bolitas suaves y sedosas que me acarician la boca y explotan en mil jugos al morderlas.  La pasión me ciega. Creo que es por eso, que no reaccioné cuando, al abrir los ojos, la camarera me preguntó en un buen español, con perfecto acento chino: Su compañero se ha ido, ¿desea beber algo más?
 

9 comentarios:

  1. Te comprendo muy bien. Y no es que me haya pasado algo parecido, eh?

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  2. por lo menos antes se podía fumar uno un cigarrillo antes de repetir.

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  3. Muerte roja

    Pues si es un momentazo!!


    Solo podía pasar en un chino...

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  4. Vaya, lo siento por él. Que te engañen con otro es difícil de asumir, pero que lo hagan con una comida...
    Saludos.

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  5. Es que estabas dando la nota, ja, ja.
    sexo y comida tienen mucho en común.
    Besos, MA

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  6. cuando voy a comer a un chino...
    qué cierto, a ver si en vez de setas y algas te estabas comiendo al abuelo!!

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  7. ya sabes lo que decía la cabra, "que los chinos cogen al gato y al abuelito y los hacen picadillo pa meterlos en los rollitos, ay canallas!!!"

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  8. Pues si yo hubiese sido el acompañante me hubiese agregado a la orgía de sabores...
    MA, Muy sensual y sugerente.
    Jose

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  9. jajajjaja

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