jueves, 10 de mayo de 2012

RELATIVIDAD

Llegué puntual, como siempre, y esperé. Esperé que fueras tú cada una de las personas que aparecía doblando la esquina. Esperé, con las gafas puestas, mientras el sol se estrellaba sin piedad contra el cristal del escaparate de la pastelería. Esperé, quitándome las gafas, y entrando, para hacer tiempo, en cada comercio de la misma acera; leí cada título de las promociones y novedades de la librería, incluido el de “una de las mejores novelas históricas de los últimos años”, me informé de la efectividad de los nuevos productos autobronceadores de la farmacia, que “reproducen un bronceado natural y luminoso gracias a Glam Bronze de L'Oréal”, y analicé las gangas, que no puedo pagar, de los alquileres de Alfa Consulting Inmobiliario C.B.



Esperé de pie, sentada, agachada, echada de lado y de espaldas, a un lado y a otro de la esquina donde siempre nos veíamos. Esperé hasta que no necesité las malditas gafas de sol, que me hacían sudar por el puente de la nariz.



Esperé durante 2 horas, 15 minutos, 6 segundos. Se me hizo una eternidad, pero solo fueron 2 horas.

10 comentarios:

  1. MA, he leído tres veces el relato y no llego a captar la historia que nos quieres contar.
    Cuando leí "echada de lado y de espaldas" pensé en una gata, claro que con gafas de sol. En fin, no llego. O quizás es solo eso, una espera ansiada a alguien que no llegará.

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  2. Solo es eso Ximens, una espera frustrada. Quería describir exclusivamente ese sentimiento de espera, sin indagar en los motivos o en el desenlace. Pero me das la idea de rehacerlo y completarlo. Gracias por comentar, Ximens.

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  3. Bastante desesparante la espera tal y como la describes. Demasíado esperó de todas maneras.

    Besitos

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  4. Yo no hubiera esperado tanto....

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  5. Hola! tengo nuevo blog,te invito q visitas.
    Buen fin de semana..abrazosa y mordiskos.
    http://checktheseblueskiesout.blogspot.com

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  6. puntual, vale, pero; ¿era el sitio correcto?

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  7. ¡Diooosss!, eso no se me había ocurrido. A lo mejor se equivocó la pobre mujer.
    MA (no puedo usar mi perfil)

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  8. Es terrible esperar, es angustiante no saber si debes irte o no, esa rabia de que no llegue y a la misma vez el temor de que algo sucedió, odio esperar y también me suda el puente de la nariz con los lentes de sol. No sé como llegué a tu blog pero me gusta ¡me encanta! Un abrazote desde Uruguay.

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  9. Gracias por la visita Nahir, y por los piropos.

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  10. el tiempo es relativo, depende del lado de la puerta del retrete en que te encuentres.

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