sábado, 23 de junio de 2012


¡YA LLEGÓ EL VENDAVAL! 

Aunque existe una versión ampliada, yo participé con este pequeño "soplo":                            

EL CAMIÓN


Mi abuelo tenía un camión, y una sola oreja. La otra la perdió en un accidente de tráfico, al chocar el camión contra un árbol en una noche de borrachera. Su camión era el único de la comarca. Lo cargaba de paja hasta superar su altura y todo el mundo lo conocía como “Justo el del camión”.  Se sentía orgulloso de aquella potente máquina de 4 ruedas, tan fuerte, tan extraña,  tan familiar para los niños. Lo vendió después de terminar la guerra, las tablas no dejaban de gotear sangre. Se lo habían confiscado, con conductor incluido, como único vehículo de la zona, para trasladar a los arrestados para fusilar, y a los cuerpos para enterrar. Tomó la decisión de deshacerse de él la madrugada en la que lo despertaron para trasladar hasta las afueras del pueblo un cargamento de hombres, entre los que iba el hermano de su mujer.


5 comentarios:

  1. Pues soplemos MA, yo mando un soplido desde tu espacio.

    Un saludo,

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  2. sabes el lobo de los tres cerditos? salió volando.

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  3. me ha encantado MA, las tablas no dejaban de gotear sangre, brutal, enhorabuena

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  4. Todavía no había tenido ocasión de leerlo. La verdad es que me gusta, es una historia bien reconocible que bien pudo ser real.

    Besitos

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