jueves, 22 de noviembre de 2012

AMISTADES PELIGROSAS

Allí, en aquel rincón, contra el portón, nos comíamos a besos como dos adolescentes, para luego, volver a la frialdad de cruzarnos como desconocidos por las calles de la ciudad. Ya lejos del portón, cuando nos despedíamos, yo solía decir, con una contenida burbuja de deseo explotándome por dentro:

     - ... y ni siquiera puedo besarte.
  
Recordándome mi destino, me contestabas lanzándome un suave beso al aire:

     - Tu mujer no lo permitiría.



3 comentarios:

  1. como dijo groucho, el amor es una carga tan pesada que hay que llevarla entre tres

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  2. Lo prohibido siempre tiene un sabor a pasión desenfrenada que tienta... esconderse por amor o del amor?

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  3. esa burbuja de deseo tuya me ha despertado una burbuja de envidia dentro, ma.

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