¡EMPAREJAR CALCETINES!
La agresiva oleada de calcetines desparejados amenaza con seguir ahí a lo largo de todo el día. Observo. Una montaña de viudos, solteros, singles y separados que se resisten a encontrar con quien aliarse. Variopintos, diversos, de todos los sexos; cortos y largos; con canales; de lana, hilo y fibra. Imposible encontrar una relación de equivalencia que les impida vagar una vez tras otra, de la mesa al cajón de los desvalidos. Insumisos, se resisten a sumergirse en la relajada y cómoda vida de la paridad.
La agresiva oleada de calcetines desparejados amenaza con seguir ahí a lo largo de todo el día. Observo. Una montaña de viudos, solteros, singles y separados que se resisten a encontrar con quien aliarse. Variopintos, diversos, de todos los sexos; cortos y largos; con canales; de lana, hilo y fibra. Imposible encontrar una relación de equivalencia que les impida vagar una vez tras otra, de la mesa al cajón de los desvalidos. Insumisos, se resisten a sumergirse en la relajada y cómoda vida de la paridad.
los hombres no tenemos ese problema, como el gris oscuro nos parece negro, al final siempre les encontramos pareja
ResponderEliminarLa eterna soledad del calcetín desparejado...
ResponderEliminarandar con los pies desnudos es media vida, aunque la otra media no valga la pena ser vivida.
ResponderEliminarSiempre queda la valentía de disfrutar calcetines impares ante el riesgo de ser condenado injustamente por éste acto.
ResponderEliminarLos ermitaños afortunadamente no sufren éste problema; el cual tampoco les importa a quienes están ya sea en pobreza extrema o en intensa riqueza.
En especial éstos últimos.
Siempre son de mi agrado las reflecciones de tema calcetinar.
Bravo.