domingo, 13 de febrero de 2011

VERSIONANDO A QUINO



QUINO

A él, siempre cansado, le gustaba que las fieras salvajes lo arañaran con sus garras, mientras jugueteaban sobre la hierba. Así que Eva, se había dejado crecer las uñas para poder arrastrarlas por su espalda. También le gustaba la carne medio cruda, por eso Eva machacó pétalos de geranios para tintarse los labios de rojo. Y había seleccionado las mejores hojas de parra para lucirlas ante Adán; de todos los modelos: amarillas, verdes, entrepintadas, marrones, con agujeritos, lisas, rugosas, grandes, pequeñas. Le ofrecía cada día, cuando llegaba agotado de ordenar las especies, un cóctel de frutas del Eufrates, servido en una cáscara de coco vacía. Intentó ser obediente cumpliendo la petición que hizo Dios el día de la inauguración del mundo (que vayáis por ahí y os multipliquéis), insistiéndole a Adán, sin éxito, de la imperiosa necesidad de mano de obra para cuidar a todos los animalitos del Paraíso. Y eso que la serpiente del otro lado del rio intentó convencerla repetidamente, con sus sinuosos y turgentes movimientos de miembro eréctil, de que viviera con ella bajo el manzano.  

Cuando Eva decidió pedir al creador consejo matrimonial, Adán, ante el Padre, se excusó con argumentos muy contundentes:

- Sí, me has dado una compañera, pero, yo primero quería una mamá.

Así que, Eva, haciendo uso del libre albedrío que le regaló Dios por su cumpleaños, cruzó el río y se fue con ella; con la serpiente.



6 comentarios:

  1. si eva hubiese dicho, eh, chaval, deja de dar patadas a las chirimoyas y vamos a follar, habría pintado de otra manera. sois demasiado sutiles

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  2. menuda vuelta de tuerca a la historia!!! me gusta MA!!!

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  3. Hola MA,
    gracias por la publicidad, de verdad. Y por las visitas e intentos de curar mi pereza. Un bexo grande. Estoy pensando dejarlo todo y que seas mi road manager.

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  4. Valoro mucho vuestros comentarios. Gracias.
    Pijoaparte, aunque todos quisiéramos pecar de lujuria, la realidad es que la mayoría, de lo que más pecamos es de pereza.

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  5. Me ha gustado, Eva siempre dispuesta y atractiva para Adán... Cuando se fue, Adán se dio cuenta y escribió eso de "El paraíso era donde estaba ella" (Mark Twain, "Diarios de Adán y Eva").

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  6. Real como la vida misma! Con un toque de humor genial. Saludos.

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