jueves, 1 de noviembre de 2012

GLOBALIZACIÓN OLFATIVA


Hacía meses  que el olor de su cuerpo vagaba errante entre sus sueños, y que la hacían desear no despertar por miedo a que se disipara entre el aroma a café del desayuno.   Era lo único que le quedaba de él, su olor. Lo recordaba suave y algodonado,  como una ráfaga que se  concentraba de manera especial en su torso.  Hacía meses  que el olor de su cuerpo vagaba errante entre sus sueños, hasta que descubrió que el olor de su cuerpo era idéntico al suavizante de la ropa del Mercadona.

3 comentarios:

  1. Jajajaja! El olor es muy evocador... malo cuando no puedes deshacerte de él... habrá que cambiar de supermercado.

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  2. me siento muy identificado. el olor de ella vaga errante en mis sueños y desvelos. ojalá supiera la marca de su acondicionador de pelo.

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  3. O incluso la libido está en crisis y busca ofertas de marca blanca en los hipermercados.

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