Hoy ha estado en aquella misma esquina, casi en la misma
fecha. La misma gente, el mismo suave bullicio de media mañana, gente entrando
y saliendo de los mismos cafés… Todo igual, pero él no aparecía por la calle de
enfrente con su sonrisa de sorpresa, ni nadie la esperaba con ganas de
compartir minutos infinitos de conversación. Paralelismos divergentes que coinciden
en instantes duplicados de la vida.
Los lugares que recuerdan personas son muy crueles... pasar por esa calle, ir a ese local...
ResponderEliminarUn abrazo
Muy crueles...
ResponderEliminarno hay que volver donde se fue feliz... dicen
ResponderEliminarPor más que nuestra mente quiera convencernos de lo contrario, cada momento es único. Cuando no lo aceptamos el sufrimiento está asegurado. Un abrazo.
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