viernes, 18 de abril de 2014

IRREPETIBLE, GABO...

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.

                                   
                                                                                               Gabriel García Márquez

2 comentarios:

  1. no conocia este texto
    Me ha encantado
    tedejo un beso y gracias por estar conmigo

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  2. Amor en los tiempos del cólera. Junto al Quijote es uno d los comienzos universalmente mas conocidos.

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