sábado, 19 de julio de 2014

DESEO CONCEDIDO

Ahora la chica luce un impecable tatuaje sobre el borde de su braguita. Ha sido una de sus adquisiciones del último verano, un deseo que le concedieron las hadas del bosque.
Quiero seducir, les dijo revoloteando sobre el viejo sauce.
De nada habían servido los insinuantes campanilleos ni  las falditas a ras del culo. Peter jamás la miró como a una mujer aun cuando ella era una especialista en polvos.
Le concedieron unos labios hinchados que sugerían continuamente un chupachups en su boca, y una mirada relajada de inocente lolita recién orgasmada; unas tetas tiernas y blancas que apuntaban hacia arriba buscando quien las lamiera y unos dedos largos y delicados enmarcados en una palma fuerte y segura.
Entró en el dormitorio de Wendy, iluminado con la medialuz que se filtraba por las persianas durante la hora de la siesta, se calzó su liguero y sus medias, y de espaldas a Peter, mientras hacía sonar “As time goes by”, susurraba: “tócame Sam”.

                      (Mi aportación a la imagen  de Viernes Creativo)

4 comentarios:

  1. Vaya! El cuento me lo habían explicado de otra forma. Creo que me gusta más esta versión.

    Me alegro de volver a ciber-verte.

    ResponderEliminar
  2. que bello haberte encontrado
    un abrazo desde
    Este lado de la Luna

    ResponderEliminar