domingo, 13 de octubre de 2013

DESDE FUERA

Desde fuera, cualquier observador no muy aventajado, hubiera podido darse cuenta de que el joven experto en habilidades sociales, abrazaba a todos los asistentes como si hiciera una eternidad que no los veía. A todos excepto a la chica con pelo a lo garçon y trasero con silueta de manzana que se sentaba sobre el taburete perdido de la esquina. A todos, menos a ella, les propinaba abrazos efusivos a manos llenas.
La  luz tenue del local  caía sobre la figura sinuosa de la mujer, iluminando su escote e invitando con descaro a fantasear húmedamente sobre  el rouge de sus labios. Vestida como recién salida de un cómic, y apoyada acrobaticamente sobre la pared,  dejaba ver una de sus larguísimas piernas embutidas en un pantalón plástico, rematada por un tacón de vértigo,  mientras que recostaba la otra en el travesaño del taburete con un descuido científicamente estudiado, que hacía pensar que nada es casual en una mujer.
A ella, la obsequió con un raquítico beso apenas sonoro en cada mejilla, sin  tocarla con sus labios,  porque - temía él -  un gesto tierno, un abrazo ligero, una palabra o un roce intencionado, hubiera sido suficiente para que se derrumbara sobre su cuerpo en un abrazo lleno de sentimientos.  
Él, suponía ella, la había elevado a la vacía categoría de diva. Era intocable, impensable. No existía.

A todos, agasajaba con su abierto afecto. A todos, menos a ella que lo había tenido entre sus piernas.

4 comentarios:

  1. Muy bueno!!! Ese final me ha dejado sentado, je, je. Contundente y efectivo. Enhorabuena!!!.

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  2. Pues sí...cuando se les ve tan circunspectos ante la concurrencia...es un síntoma inequívoco...lo sé por experiencia...ummm, la adrenalina a tope...

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  3. Has descrito perfectamente a un tímido y a una diva
    ¡Me gusta tu estilo!
    Besos.
    André

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